top of page

“LOS LADRONES DE TIEMPO”

  • Foto del escritor: amparo tatay
    amparo tatay
  • 9 nov 2020
  • 2 Min. de lectura

Hoy mismo lo hablaba con un amigo. Tenemos la sensación de que no hay tiempo para nada. Que necesitamos días de 25 horas para que nos cunda.

imagen graciosa de dos ladrones
Ladrones de tiempo

Y es que parece que nos quitan el tiempo, que nos lo roban.

¿Tal vez es verdad? ¿Quién nos roba el tiempo, y cómo?




Podemos dividir nuestra actividad diaria en cuatro cuadrantes, que vienen de cruzar dos parámetros: la urgencia y la importancia. La urgencia de una tarea está relacionada con el tiempo que tenemos para poder concluirla (a menos tiempo, más urgencia). La importancia la define la gravedad de las consecuencias derivadas de su no realización.


Los ladrones de tiempo pueden ser esas actividades cuya importancia y urgencia es mínima, pero que nosotros no percibimos así. De repente suena un teléfono y corremos a contestar. Vemos el icono del sobre en el teléfono y nos pica la curiosidad ¿Quién será?...


Aparcamos todo lo que estamos haciendo en ese momento y nos ponemos a contestar el correo-mensaje, o bien a navegar por la red siguiendo un enlace que nos han facilitado….


Cuando nos damos cuenta han pasado 30 minutos… tal vez más,… y no nos hemos enterado. ¿Nos acaban de robar 30 minutos? Incluso más, pues cuesta volver a retomar el hilo de lo que hacíamos.


Es muy común no saber decir que “no” a robatiempos como llamadas telefónicas inesperadas, mensajes, visitas, impuntualidad, desplazamientos… No quiero decir que no cojas el teléfono o no mires los mensajes,.. De lo que se trata es de que seamos nosotros quienes decidamos qué momento es el adecuado para realizarlo en lugar de dejarnos llevar por la vibración del móvil, por la llamada telefónica o por la petición de un amigo. Por ejemplo, podemos dejar las llamadas para el final del día, o la revisión del correo para primera y última hora del día,..


En otras ocasiones, realizamos tareas que percibimos como urgentes y realmente no paramos en todo el día, pero cuando las terminamos sentimos que no nos ha cundido, no nos sentimos satisfech@s. Aquí el problema es que no tenía un objetivo importante para cumplir en ese día. Me he dejado llevar por lo urgente que iba saliendo en lugar de ser yo quien dirigía el foco de mi actividad hacia eso que considero importante.

Estoy hablando de la importancia de saber organizarnos para sentirnos satisfechos. La vida no va de lo que hago. Sino de cómo me siento con lo que hago.

Tener claros nuestros objetivos. Distinguir lo importante de lo urgente. Nuestro objetivo es lo importante. Esa es una clave. Si lo urgente es importante es porque hemos hecho una mala planificación y ha devenido en urgente. Cuanto mejor es mi planificación, menos actividades urgentes realizo, por lo que me siento más en calma, menos estresad@.


Piénsalo. ¿Te pasas el día corriendo de un lado para otro? ¿Vas por la casa de un lado para otro y sientes que no acabas nada?

Invertir tiempo en organizar nuestro tiempo es básico si queremos vivir nuestra vida sintiendo que fluimos hacia donde queremos ir, en lugar de ahogarnos achicando agua porque se nos hunde la barca.



Tu vida, tu mejor proyecto.


El 27 y 28 de noviembre va sobre eso. Y mucho más….




 
 
 

Comments


bottom of page